Llevábamos tiempo queriendo ir a este sitio, en primer lugar porque siempre me ha gustado la inconsciencia de los germanos a la hora de comer y beber y por otro lado porque tenemos varios amigos que nos lo han recomendado en varias ocasiones y por fin llego el día, por fin hemos probado el «DE BASSUS BAVARIA«. En la provincia de Alicante tiene varios locales (Elche, La Zenia, Torrevieja y creo que están abriendo uno en Alicante), pero en nuestro caso por cercanía fuimos a La Zenia.
Es la primera vez que visitamos un restaurante Alemán y para no encontrarnos muy perdidos preferimos ir acompañados de manera que nos presentamos allí 4 valientes dispuestos a arrasar, culinariamente, con el restaurante.
Lo primero que sorprende es que la cerveza es de fabricación casera, como lo oís, la que nosotros tomamos es una estupenda cerveza de trigo (creo que el tipo es Weiss, o algo así) en una jarra de medio litro que «quita el sentio», fresca y con un carbónico nada molesto y en su justa medida para no romperte el sabor de la cerveza. Os puedo decir que beberse una litro de cerveza una persona es bastante fácil, doy fe.
Comenzamos pidiendo un poco de pan típico, concretamente Pretzel Alemán. Nos sorprendió porque este pan es el típico lacito que solemos ver en las fiestas babaras, pero no es crujiente si no que es esponjoso y muy sabroso para acompañar las carnes y «sopetear» los jugos que estas dejan mmmmmm. Y puesto que no íbamos a comer solo pan, para acompañarlo nos trajeron unas Costillas a la Miel, un Codillo de Cerdo y «1 metro de salchichas» …. En el caso de las salchichas venían sobre una baguette acorde al tamaño de las salchichas. Para probar más variedad decidimos pedir 1 metro de salchichas pero combinadas de manera que la mitad era «Nürnberger» y la otra «Cracovia«. Solo decir que espectaculares y nada que ver con las típicas frankfurt a las que estamos acostumbrados.
Por otro lado nos esperaban las costillas a la miel y el codillo de cerdo (solo comentaros que con un plato menos de los que pedimos habríamos comido perfectamente). Las costillas jugosas, tiernas, sabrosas y las salsa que las bañaba para chuparse los dedos pero cuando probé el codillo me embargó una profunda emoción (lo siento costillitas, habéis sido desplazadas).. ¡Que bueno!, con esa piel tostada y crujiente, sabrosa y esa carne que se deshace en tu boca… espectacular.
En este punto en el que ya habían caído 3 litros de cerveza, 1 metro de salchichas, unas costillas a la miel y un codillo de cerdo se nos plateó un profundo dilema… POSTRE ¿SI Ó NO?. Las respuesta fue SI, pero compartido (dos postres para 4). Dos tartas de manzana estilo Strudel que me hicieron entrar en éxtasis como le ocurrió al crítico de la película de Ratatoille cuando probó aquel magnifico plato cocinado por el «pequeño chef». Creo que es uno de los postres más caros de la carta (tampoco mucho, no llega a 4 €) pero os aconsejo que si es la primera vez que vais y os gusta la tarta de manzana que no lo dudéis y la probéis.
A todo esto he de sumar el servicio, entre plato y plato no más de 5 min. A la hora de recargar la cerveza no tuvimos problema para llamar y ser atendido, teniendo en cuenta que aquello estaba de bote en bote eso dice mucho del servicio y la cocina.
No debemos olvidar que no vamos a un restaurante de lujo, os sentareis en bancos de madera sin acolchar y comeréis en mesas largas pero no seamos remilgados y vivamos una buena experiencia.
En lo que al precio respecta, como podéis ver en la foto no es nada descabellado y como os decía más arriba podíamos haber comido con un plato menos y con unas 3 jarras menos XD.
Resumiendo, vais a probar buena comida (y dentro de mi pobre criterio por no haber probado otro alemán) y auténticamente bávaro. El servicio es rápido y atento y el precio justo para las cantidades y calidades que ofrecen.
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