La dichosas crisis afecta a todos, la gente busca sitios con un buen ambiente y buena gastronomía pero a precios razonables. ¿Es algo imposible?, no, no lo es. Algunos de nuestros mejores cocineros son conscientes de ello y han extendido sus miras para que sus restaurante sean un lugar donde acudir pese a la crisis y sin perder su calidad y prestigio.
Un buen ejemplo de esto es uno de los mejores restaurantes del mundo, «El Celler de Can Roca» en Gerona y su titular Joan Roca que a través de sus rocadillos y sus tapas ofrece una calidad insuperable al alcance de casi cualquiera.
Otro ejemplo es el prestigioso Fermí Puig que ante la carencia que llueve diariamente ha abierto un nuevo local en Barcelona tras cerrar su restaurante Drolma. Su filosofía es ofertar un menú a un precio medio de 35 € (nada desdeñable para un menú de lujo) donde podemos comer bullabesa de pescado, canalón de aguacate con cangrejo y bacalao con patatas, y otras delicias.
En resumen, incluso la alta cocina trabaja en un plan alternativo ante la situación que atraviesa nuestra economía, pero ¿esto es el fin de la alta cocina?, por supuesto que no. Fermí Puig asegura que los restaurantes de alta alcurnia nunca han seguido una regla económica racional y asegura que es el momento de fortalecer la calidad de los restaurante de clase media. Es necesario afinar nuestra imaginación para evitar que el dinero salte por la ventana ya que los gastos de los locales de lujo siguen siendo iguales.
Fina Puigevall asegura que es necesario «no bajar la calidad, trabajar más y ganar menos».
Ahora se ve reforzada la cultura de la tapa y es el eje que mucho altos cocineros están adoptando porque se trata de una cocina de buena calidad y costes mucho mas bajos.
Desde «El Tenedor Afilado» recibimos con agrado esta tendencia y su capacidad de adaptación a los tiempos que corren porque para los que el buen comer es un placer nos facilita y alegra de alguna manera la vida.
Es muy bueno que los cocineros hayan tenido la conciencia de adaptar sus precios tal y como esta la crisis, y que tenga la misma calidad la comida.